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Comportamientos clave a tener en cuenta al acicalar o acariciar gatos
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Acicalado de gatos de pelo corto
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Acicalado de gatos de pelo largo
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Desmantado
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Bañar a tu gato
La mayoría de los gatos pasan una parte significativa de su día acicalándose. Sus cuerpos son increíblemente flexibles y pueden doblarse y flexionarse para permitirles alcanzar todas las partes con facilidad. La lengua del gato está cubierta de espinas que apuntan hacia atrás, perfectamente diseñadas para acicalar el pelaje de manera efectiva, eliminando el pelo suelto y la suciedad.
El pelaje del gato doméstico generalmente se compone de tres tipos de pelo: lanilla, pelo intermedio y pelo de guardia. Sin embargo, algunas razas tienen el pelaje compuesto por una proporción diferente de estos tres tipos de pelo, lo que les da sus distintos tipos de pelaje. La muda ocurrirá, en cierta medida, durante todo el año y el aseo ayuda a eliminar el pelo suelto, gran parte del cual es ingerido. Dicho pelo se impacta y pasa a través del sistema digestivo del gato o se vomita como bola de pelo.
El aseo realiza varias funciones importantes para tu gato:
- Elimina el pelo suelto y suaviza el pelaje para ayudar a aislar el cuerpo de manera más eficiente.
- Regula la temperatura en climas cálidos al esparcir saliva por el pelaje que posteriormente se evapora, enfriando al gato.
- Mantiene el pelaje impermeable al estimular las glándulas en la base de los pelos.
- Distribuye el sebo a lo largo del pelaje, produciendo vitamina D cuando se expone a la luz solar, que luego es ingerida por el gato.
- Difunde el propio olor de tu gato por su cuerpo.
- Elimina los parásitos.
- Mantiene fuertes lazos sociales cuando los gatos se acicalan entre sí.
Asear a tu gato, independientemente de su tipo de pelaje, tiene una serie de beneficios:
- Mejora el tono muscular.
- Estimula la piel para producir aceites, dando al pelaje un brillo saludable.
- Tu gato eliminará una gran cantidad de pelo por sí mismo al acicalarse, pero si te involucras a diario, especialmente cuando tu gato está mudando, puedes eliminar la mayor parte del pelo y prevenir la formación de bolas de pelo.
- Brinda la oportunidad de darle a tu gato un chequeo físico rápido, revisando las orejas, los ojos y la boca y buscando pulgas, garrapatas, ácaros del oído o cualquier bulto o protuberancia.
- Todo el proceso puede ser muy terapéutico para ambos y debe ser una forma positiva de reforzar el vínculo con él.
Cuando adquieras un gatito por primera vez, debes acostumbrarlo a ser aseado desde una edad muy temprana. Aumenta gradualmente la cantidad de tiempo que pasas acicalando a tu gatito hasta que esté bastante feliz de permitirte cepillarlo. Con el tiempo, muchos gatitos pueden disfrutar siendo acicalados por todo el cuerpo y llegarán a verlo como parte de su rutina diaria. Para empezar, algunos gatitos y también gatos adultos pueden ser mucho más tolerantes a ser manipulados y aseados que otros, y es importante que la tolerancia al aseo y (lo más importante) al manejo en general se desarrolle gradualmente, sin que sea una experiencia negativa para ninguno de los dos. Un gato nunca debe ser acicalado o acariciado «por la fuerza» sin la opción de escapar si encuentra la experiencia estresante. Cuando, desde gatito, está acostumbrado a ser manipulado, facilita que el veterinario realice un examen y la experiencia será mucho menos estresante. Tu gato sabrá qué esperar y no habrá sorpresas desagradables.
Comportamientos clave a tener en cuenta al acicalar o acariciar gatos
Los siguientes son algunos de los indicios más sutiles de que el gato puede sentirse incómodo. La interacción debe detenerse cuando alguno de estos signos sea visible.
- Ondulación o espasmos de la piel.
- Golpe de cola, golpe o espasmos en el extremo.
- Giro brusco de la cabeza del gato para mirar tu mano o el cepillo.
- El gato de repente se congela o se tensa.
- Las orejas del gato se mueven o giran hacia atrás.
- El gato traga o se lame los labios.
- El gato sacude la cabeza.
- El gato realiza una ráfaga de aseo corta pero rápida al cuerpo.
- El gato gruñe o sisea.
Acicalado de gatos de pelo corto
Necesitarás algún equipo, como un peine de púas finas para pulgas y garrapatas, un cepillo de cerdas, una almohadilla de goma para el acicalado o un guante. Comienza siempre tu sesión de acicalado cuando tu gato esté relajado y feliz. Planea acicalarlo al menos una vez a la semana, utilizando primero el peine para pulgas para buscar excrementos (pequeñas partículas de suciedad en forma de coma negra que se vuelven rojas si se añade una gota de agua). Si encuentras alguna, habla con tu veterinario sobre un control eficaz de las pulgas. Puedes utilizar los dedos para aflojar los pelos muertos del pelaje de tu gato masajeando contra el crecimiento del pelo en la dirección de su cabeza. Cepilla o peina suavemente el pelo de tu gato, con movimientos hacia la cola desde la región de la cabeza, en la dirección en que crece el pelo. Utiliza el cepillo de cerdas para barrer el pelaje en la dirección de la cabeza si tu gato lo tolera, y luego alísalo de nuevo (a muchos pueden no gustarles si no están acostumbrados a que los cepillen de esta manera, y otros pueden encontrar la sensación demasiado desagradable). Esto hará que todos los pelos sueltos salgan a la superficie para que luego puedas utilizar el guante o la almohadilla de goma para el acicalado de la cabeza a la cola, eliminando los pelos muertos y estimulando el riego sanguíneo de la piel. Los pelos sueltos que queden en la superficie del pelaje pueden eliminarse con un guante de algodón o de goma húmedo para obtener un acabado final brillante. Estas sesiones deben ser tan cortas o largas como el gato se sienta cómodo, y deben terminarse antes de que el gato muestre cualquier signo de incomodidad. También deben terminar con una nota positiva, con golosinas y elogios.
Acicalado de gatos de pelo largo
El equipo que necesitarás debe incluir un peine de púas anchas y un guante o almohadilla de goma. Los gatos de pelo largo deben ser acicalados al menos una vez al día, pero hay que prestar mucha atención al nivel de tolerancia actual del gato y el tiempo dedicado al acicalado no debe exceder este nivel. Una vez más, como para los gatos de pelo corto, elige siempre un momento en el que tu gato esté relajado y feliz para comenzar el acicalado. Masajea la piel a fondo antes de comenzar el acicalado frotando suavemente con los dedos en contra del crecimiento del pelo de la cola a la cabeza. A medida que levantas el pelo, comprueba si hay excrementos de pulgas (ver más arriba). Con el peine de púas anchas, peina de la cabeza a la cola para eliminar el pelo muerto y presta especial atención a las zonas debajo de las «axilas» de tu gato y entre sus patas traseras, ya que la piel es muy fina aquí y extremadamente sensible. También es una zona de fricción donde los nudos son comunes. Si te encuentras con un nudo (conocido como mata), sepáralo suavemente con los dedos. Esto requiere paciencia, ya que hay que trabajar lentamente desde la raíz hasta la punta del pelo. No te tientes a usar tijeras; es muy difícil ver dónde termina la piel y empieza el pelo cuando está muy enmarañado y es inevitable que cortes a tu gato en algún momento. Otra zona común donde se pueden formar matas es entre los dedos y las almohadillas, así que comprueba cada vez que acicales y desenreda suavemente cualquier resto acumulado. Una vez completado este proceso, utiliza el guante o la almohadilla de goma para eliminar más pelo muerto y da una pasada final al pelaje con un guante de algodón o de goma húmedo para eliminar los pelos sueltos que queden. Termina con el peine si tu gato está siendo paciente y disfrutando de la atención. Si el acicalado es una lucha, debe detenerse. Vuelve a empezar en un momento en el que tu gato esté relajado y procura tener objetivos más cortos para cada sesión de acicalado, objetivos que tu gato pueda tolerar fácilmente. Recompensa siempre el comportamiento relajado con elogios y golosinas durante las sesiones de acicalado. Hay numerosos productos para ello en el mercado, especialmente para gatos de pelo largo, como rastrillos, cardadores y sprays desenredantes, muchos de los cuales afirman hacer el proceso lo más sencillo y seguro posible. Lo que funciona para ti y para tu gato puede ser algo muy personal, así que vale la pena probar hasta que encuentres la combinación que funcione y cause la menor cantidad de estrés para todos los implicados
Desmantado
Con un acicalado diario, los gatos no deberían enmarañarse. La clave es el acicalado preventivo. Sin embargo, si un gato que llega a tu cuidado presenta matas de pelo, es importante recordar que éstas pueden ser extremadamente incómoda). Es posible que encuentres un peluquero profesional para gatos que pueda acicalar manualmente, pero las matas más severas deben ser afeitadas por el veterinario. Esto requerirá al menos sedación, pero en realidad suele hacerse con anestesia general. El gato acabará con pelo en la cola, la cabeza y las patas traseras, y en ningún otro sitio, hasta que le vuelva a crecer todo.
Bañar a tu gato
Si tu gato está sano, no hay razón para bañarlo. La mayoría no lo tolera bien.