Todo lo que debes saber sobre el celo de tu perra

Celo en la perra: todo lo que necesitas saber

¿Qué es el celo en la perra?

El celo en las perras es un proceso natural que forma parte de su ciclo reproductivo. Durante este periodo, la perra experimenta cambios físicos y de comportamiento que pueden ser muy llamativos para sus cuidadores. Conocer las etapas del celo, su duración y los cuidados necesarios es fundamental para garantizar su bienestar y prevenir problemas de salud o embarazos no deseados.

¿Cuándo empieza el celo en la perra?

El inicio del celo es un momento clave en el ciclo reproductivo de la perra. La edad a la que aparece puede variar según la raza, el tamaño y el estado general de salud del animal.

Edad habitual según raza y tamaño

En general, el primer celo suele presentarse entre los 6 y los 12 meses de edad. Sin embargo, esta edad puede variar:

Primer celo en razas pequeñas

Las razas pequeñas tienden a experimentar su primer celo antes, normalmente entre los 5 y 8 meses de vida. Su madurez sexual llega antes porque su desarrollo físico también es más rápido.

Primer celo en razas grandes o gigantes

Las razas grandes y gigantes suelen entrar en celo más tarde, alrededor del año de edad, e incluso en algunos casos entre los 18 y 24 meses. Su crecimiento es más lento y la madurez sexual se alcanza de forma más gradual.

Factores que pueden retrasar la madurez sexual

Algunos factores pueden influir en el retraso del primer celo:

• Mala alimentación: una dieta inadecuada afecta al desarrollo físico y hormonal.
• Enfermedades: problemas de salud pueden interferir con el ciclo reproductivo.
• Estrés y condiciones de crianza: entornos poco estimulantes o muy estresantes pueden retrasar la aparición del celo.

Celo silencioso y celo dividido

Algunas perras presentan un celo silencioso, en el que los signos externos (sangrado, hinchazón de la vulva) son muy discretos. Esto dificulta que los cuidadores detecten el ciclo.

También puede darse el llamado celo dividido, donde los signos aparecen de forma intermitente o parecen “cortarse” y regresar más tarde. Aunque no suele ser patológico, conviene comentarlo con el veterinario si se repite con frecuencia.

¿Cuánto dura el celo en la perra?

El ciclo de celo en la perra está formado por varias fases, con una duración total aproximada de 2 a 4 semanas en la parte visible (proestro y estro). El intervalo entre celos suele ser de unos 6 meses, aunque en algunas perras puede oscilar entre 4 y 12 meses.

Duración típica del ciclo estral

De forma general, muchas perras tienen el celo dos veces al año. No obstante, hay variaciones individuales y raciales que pueden hacer que el intervalo sea algo más corto o más largo.

Fases del ciclo estral

Proestro: características y duración

El proestro dura entre 6 y 14 días. Durante esta fase se observa hinchazón de la vulva y un flujo sanguinolento. Aunque puede atraer a machos, la perra todavía no es receptiva y suele rechazar la monta.

Estro: comportamiento y ovulación

El estro, o celo “propiamente dicho”, suele durar entre 5 y 15 días. En esta etapa ocurre la ovulación y la perra se vuelve receptiva a los machos. Es el momento de máxima fertilidad, y su comportamiento puede cambiar, mostrando más interés por los perros machos.

Diestro (metaestro): reposo sexual y pseudogestación

El diestro puede prolongarse de 2 a 5 meses. Durante este periodo la perra ya no acepta a los machos. Si ha quedado gestante, esta fase incluye la gestación y finaliza con el parto; si no, la perra puede mostrar signos de pseudogestación.

Anestro: periodo de inactividad reproductiva

El anestro es la etapa de descanso reproductivo y suele durar alrededor de 4 meses. No hay signos de celo y el organismo se recupera antes de iniciar un nuevo ciclo.

Síntomas más comunes del celo en la perra

Durante el ciclo estral, las perras pueden mostrar signos físicos y cambios de comportamiento que ayudan a identificar el celo.

Cambios físicos

• Hinchazón vulvar: uno de los primeros signos visibles.
• Flujo vaginal: normalmente sanguinolento al inicio, que puede cambiar de color y cantidad conforme avanza el ciclo.
• Mayor lamido de la zona genital: la perra se limpia con más frecuencia.

Cambios en el comportamiento

• Aumento de la atención y cariñosidad: algunas perras buscan más contacto con sus cuidadores.
• Nerviosismo e inquietud: pueden estar más activas, vocalizar más o mostrarse más sensibles.
• Variaciones en el apetito: en unas perras disminuye y en otras aumenta.
• Interés por los machos: intenta acercarse a perros machos y puede buscar salir al exterior con insistencia.

¿Cómo cuidar a tu perra durante el celo?

Durante el celo es importante ajustar algunos hábitos para proteger su salud y evitar embarazos no deseados.

Control de paseos y ambientes seguros

• Uso de correa: evita que se acerque a machos sin control.
• Evitar zonas concurridas por perros machos: parques muy frecuentados o áreas caninas pueden aumentar el riesgo de montas no deseadas.

Higiene y productos recomendados

• Pañales específicos para perras en celo: ayudan a contener el sangrado y mantener la casa limpia.
• Limpieza regular del hogar: es útil utilizar productos adecuados para eliminar manchas de sangre y mantener un entorno higiénico.

Alimentación y ambiente

• Ajustar la dieta si cambia el apetito: consultar con el veterinario si come mucho menos o mucho más.
• Entorno tranquilo: reducir ruidos y estrés favorece que la perra esté más relajada.

Manejo del comportamiento

• Refuerzo positivo: premiar las conductas adecuadas y mantener rutinas de paseo y juego.
• Observar señales de estrés: jadeo excesivo, inquietud marcada, vocalizaciones o cambios bruscos de comportamiento merecen atención.

¿Puede quedar embarazada en el primer celo?

Sí, una perra puede quedarse embarazada durante su primer celo si se produce la monta en el momento fértil. Sin embargo, no es recomendable por varias razones:

• Su cuerpo puede no estar completamente desarrollado para soportar una gestación y un parto.
• Aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto.
• Requiere una atención veterinaria y nutricional muy cuidadosa.

Embarazo psicológico o pseudogestación

Tras el celo, algunas perras presentan pseudogestación (embarazo psicológico), con síntomas como anidar, proteger juguetes como si fueran cachorros o incluso producción de leche. Aunque suele resolverse sola, en algunos casos requiere evaluación veterinaria.

¿Cuándo es recomendable esterilizar a tu perra?

La esterilización es una decisión importante que conviene tomar junto con el veterinario, valorando raza, tamaño, estilo de vida y salud de la perra.

Antes del primer celo

Esterilizar antes del primer celo puede reducir de forma muy significativa el riesgo de tumores mamarios y elimina el riesgo de piometra (infección de útero). En muchas perras esto supone un beneficio claro, aunque la decisión debe individualizarse.

Después del primer celo

En algunos casos se decide esperar al primer celo o incluso a algún ciclo más, especialmente en razas grandes o gigantes. Con cada celo adicional, el riesgo de tumores mamarios aumenta, por lo que no se recomienda retrasar demasiado la esterilización sin un motivo médico claro.

Beneficios principales de la esterilización

• Prevención de piometra, una infección uterina grave y potencialmente mortal.
• Reducción del riesgo de tumores mamarios.
• Evitar embarazos no deseados y camadas difíciles de colocar.

Es importante desmontar mitos: la esterilización no “cambia la personalidad” de la perra y el posible aumento de peso se controla con dieta y ejercicio adecuados.

Tabla comparativa de las fases del celo en la perra

La siguiente tabla resume las fases del ciclo estral, su duración orientativa, los signos más frecuentes y la conducta habitual de la perra.

Cuándo acudir al veterinario

Aunque el celo es un proceso normal, hay situaciones en las que es importante pedir cita con el veterinario:

• Sangrado muy abundante, con mal olor o que se prolonga demasiado tiempo.
• Fiebre, apatía marcada, vómitos o diarrea durante el celo o justo después.
• Distensión abdominal, decaimiento o aumento de la sed y la micción tras el celo (pueden ser signos de piometra).
• Ciclos muy frecuentes (menos de 4 meses entre celos) o muy espaciados (más de 12 meses), o ausencia de celo en perras adultas.
• Comportamientos muy exagerados de pseudogestación que no remiten.

Ante cualquier duda sobre el ciclo de tu perra o si los signos te parecen exagerados, lo más prudente es consultar con tu veterinario para descartar problemas hormonales o uterinos y recibir recomendaciones personalizadas.

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