Cómo preparar a tu mascota para la llegada de un bebé a casa

La llegada de un bebé supone un cambio radical en la vida de cualquier familia. Para nuestras mascotas, que están acostumbradas a una rutina estable y a recibir la atención de sus cuidadores, puede convertirse en una fuente de confusión o ansiedad si no se prepara el terreno con antelación.

Aunque cada animal es único, los expertos en comportamiento animal coinciden en que anticipar los cambios del hogar y trabajar sobre la convivencia antes de que el bebé llegue a casa es fundamental. La adaptación será más sencilla y segura tanto para el animal como para la familia si se actúa con tiempo, paciencia y asesoramiento profesional.

El primer paso, común tanto en perros como en gatos, debe ser una revisión veterinaria completa. Además de comprobar que las vacunas, desparasitaciones y el estado general de salud están al día, es importante consultar con el veterinario cualquier alteración de conducta, especialmente aquellas relacionadas con el miedo, la ansiedad o la agresividad. Muchos de estos comportamientos pueden abordarse con técnicas de modificación de conducta si se detectan a tiempo.

También es recomendable empezar a introducir algunos cambios en la rutina y en el entorno del hogar antes del nacimiento del bebé. Reducir de forma gradual el tiempo de atención exclusiva, restringir el acceso a ciertas habitaciones y modificar horarios pueden ayudar a que el animal no asocie estos cambios directamente con la llegada del recién nacido.

Preparar a un perro para la llegada de un bebé

Los perros, por lo general, son animales muy sociales y sensibles a los cambios en la dinámica del hogar. Algunos pueden reaccionar con entusiasmo, otros con inseguridad o incluso sobreexcitación. La clave está en crear un ambiente estructurado y predecible para ellos.

Entrenamiento y obediencia básica

Antes de la llegada del bebé es fundamental reforzar los comandos de obediencia como “siéntate”, “quieto”, “ven” o “a tu sitio”. También conviene introducir órdenes específicas como “espera fuera” o “baja”, que serán útiles en situaciones donde se necesite mantener la distancia entre el perro y el bebé.

Los entrenadores veterinarios recomiendan realizar simulaciones: cargar una muñeca, poner música con llanto de bebé o pasear con el carrito para que el perro se acostumbre a estos estímulos y aprenda a mantener la calma.

Estimulación y rutinas

Mantener la estimulación física y mental del perro es esencial. Aunque con un bebé en casa habrá menos tiempo disponible, hay que evitar que el perro quede relegado. Paseos más cortos pero frecuentes, juegos de olfato, mordedores interactivos y rutinas predecibles ayudarán a reducir su ansiedad.

Es preferible que los cambios en los horarios de paseo, alimentación y atención se introduzcan antes del nacimiento para evitar que el perro relacione la llegada del bebé con una pérdida de privilegios.

Introducción al bebé

Cuando el bebé llegue a casa, el primer contacto debe ser tranquilo y supervisado. Es recomendable que uno de los cuidadores entre primero para saludar al perro y permitir que se calme antes de presentarle al bebé. Se puede permitir que lo huela a distancia, siempre con control y reforzando las conductas calmadas con premios y caricias.

Poco a poco, el perro irá asociando al bebé con experiencias positivas. Si muestra nerviosismo, hay que permitirle retirarse y no forzar la interacción.

Preparar a un gato para la llegada de un bebé

Los gatos son animales especialmente sensibles a los cambios en su entorno. A diferencia de los perros, suelen reaccionar con cautela ante nuevas personas, ruidos o modificaciones en su territorio. Por eso, la preparación debe centrarse en minimizar el estrés ambiental.

Control del territorio y habituación

Es importante introducir gradualmente los nuevos elementos que formarán parte de la vida del bebé, como el cochecito, la cuna o la hamaca. El gato debe poder explorarlos a su ritmo, sin castigos ni sobresaltos. También se recomienda colocar estos objetos con suficiente antelación para que formen parte del entorno habitual cuando el bebé llegue.

Si se va a restringir el acceso a ciertas habitaciones, como el dormitorio del bebé, lo ideal es hacerlo semanas antes, para evitar que lo asocie con una invasión repentina de su territorio.

Los expertos de la Ohio State University y la Universidad de California Davis recomiendan utilizar feromonas sintéticas (como las del tipo Feliway) si el gato muestra signos de estrés, aunque siempre bajo supervisión veterinaria.

Ruido y estímulos

Los gatos suelen ser más sensibles al sonido que los perros. Por ello, una buena estrategia es reproducir grabaciones de llanto de bebé a bajo volumen, y aumentar gradualmente la intensidad mientras se refuerzan las conductas calmadas del gato. De este modo, el sonido se asocia a una situación neutra o incluso positiva.

También es útil familiarizar al gato con nuevos olores: colonias infantiles, cremas, pañales… Se pueden dejar prendas del bebé al alcance del gato antes de que llegue, para facilitar la adaptación.

Convivencia inicial

La llegada del bebé debe gestionarse con respeto hacia el espacio del gato. No se debe obligar al contacto ni castigar si evita al recién nacido. Lo ideal es mantener la rutina del gato lo más estable posible, ofreciéndole zonas de descanso elevadas y seguras donde pueda observar sin verse invadido.

Muchos gatos aceptan al bebé con el tiempo, especialmente si no se les fuerza y si se respetan sus límites. En todo caso, nunca debe permitirse que el gato duerma en la cuna o se quede a solas con el bebé sin supervisión.

Una convivencia posible y positiva

Tanto perros como gatos pueden adaptarse perfectamente a la llegada de un bebé si se les prepara con antelación. La clave está en anticiparse, respetar sus tiempos y mantener un entorno lo más estable posible. Con apoyo veterinario, rutinas claras y refuerzo positivo, esta nueva etapa no tiene por qué suponer un conflicto, sino una oportunidad para fortalecer el vínculo entre todos los miembros de la familia.

Si tienes dudas o necesitas ayuda personalizada, en nuestra clínica veterinaria te ayudaremos a diseñar un plan de adaptación para tu mascota, adaptado a su especie, carácter y entorno familiar.