El cáncer es la mayor causa de muerte entre animales de compañía mayores.
Nuestros perros y gatos, al igual que nosotros, han ido alargando su esperanza de vida. Cómo propietarios responsables queremos que nuestros compañeros mantengan un nivel de calidad de vida digno. Eso, en muchas ocasiones, esta longevidad implica enfrentarse al cáncer.
La incidencia y el tipo de tumores que aparecen en nuestras mascotas son similares a los que se dan en humanos. Afortunadamente, algunos avances en los tratamientos humanos contra el cáncer han se van trasladando a los pacientes veterinarios. También en los últimos años han aparecido tratamientos oncológicos específicos para animales de compañía.
Principales síntomas de que mi perro o mi gato puede padecer cáncer
Para una detección temprana de la enfermedad es importante la observación de nuestros animales y de posibles cambios en su estado que puedan alertarnos. Entre los síntomas visibles que pueden observarse a simple vista están la aparición de protuberancias o bultos, hinchazón o cambio de forma de nuestro animal, heridas que no terminan de cicatrizar, vómitos, diarreas, dificultad en la deglución o dificultades respiratorias.
Hay otra serie de síntomas no visibles, pero que pueden alertarnos de que algo no va bien: pérdida de peso, deterioro del pelaje, apatía, tristeza, variaciones en la cantidad de comida o bebida que ingiere, palidez de las mucosas.
El diagnóstico de cáncer en perros y gatos
Para diagnosticar un cáncer en un gato o un perro, el veterinario ha de hacer una exploración en profundidad de todo el organismo del animal, identificando posibles tejidos tumorales y metástasis si las hubiera.
Es necesario un diagnóstico por imagen en la gran mayoría de las ocasiones, pues una analítica de sangre y orina no detectan más que un pequeño porcentaje de los tumores que afectan a nuestras mascotas.
Las radiografías de abdomen, tórax y huesos; las ecografías de los distintos órganos y las resonancias magnéticas y Tac sí son herramientas que ayudará al clínico a un diagnóstico de la enfermedad
Para la identificación de las células causantes del tumor se realizarán citologías o biopsias. Para esta última prueba es necesaria la anestesia general del animal.
¿Qué tratamiento podemos dar a nuestro perros y gatos con cáncer?
Hoy día existen distintas opciones a la hora de tratar un cáncer en un perro o un gato. Pudiendo incluso combinar estas opciones para obtener un mejor resultado.
La opción quirúrgica, eliminar quirúrgicamente todo el tumor y tejido sano de alrededor como margen de seguridad, es la elegida en muchos de los casos, obteniendo resultados positivos en muchos de los pacientes.
La quimioterapia es otra de las alternativas. Consiste en atacar químicamente las células tumorales. Dependiendo del tipo de quimioterapia administrado podrá administrarse en la clínica o en casa.
La quimioterapia puede utilizarse como tratamiento único o actuar en combinación con la quirúrgica, ayudando a la reducción del tamaño a eliminar o para retrasar la aparición de metástasis o sus efectos.
En algunos casos se utiliza también la radioterapia.
En definitiva, si ves alguna situación irregular en tu gato o tu perro: pérdida de peso, apatía, aparición de un bulto sospechoso,… no dudes en acudir a nosotros. Y si a tu animal le diagnosticamos un cáncer, recuerda que existen tratamientos que pueden curar a tu animal o proporcionarle una calidad de vida digna.