En España, la distribución de los parásitos que afectan a perros y gatos no es homogénea. El clima, la altitud y la presencia de vectores influyen notablemente en el tipo de parásitos predominantes en cada región. Por ello, al planificar vacaciones con mascotas, conviene conocer los riesgos específicos según la zona para ajustar el protocolo de desparasitación.
Costa Cantábrica
Incluye Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. El clima húmedo y templado favorece la presencia de garrapatas del género Ixodes, especialmente en zonas boscosas y praderas. Aunque tradicionalmente se consideraba una región con baja prevalencia de leishmaniosis, estudios recientes indican una lenta pero constante expansión del Phlebotomus hacia el norte, por lo que ya no puede descartarse por completo la infección. Las pulgas están presentes todo el año, y los nemátodos intestinales como Toxocara canis también se detectan frecuentemente, sobre todo en perros que pasean por zonas verdes.
Costa Catalana
Especialmente en las provincias de Tarragona, Barcelona y Girona, el riesgo de leishmaniosis es elevado debido a la presencia estacional de Phlebotomus perniciosus, favorecida por el clima mediterráneo cálido. También se registra una alta prevalencia de filariosis por Dirofilaria immitis, transmitida por mosquitos del género Culex. En cuanto a los parásitos internos, se han identificado numerosos casos de tenias como Dipylidium caninum en perros infestados por pulgas, muy comunes en zonas urbanas y periurbanas. Las garrapatas, como Rhipicephalus sanguineus, también están ampliamente distribuidas.
Levante español
Abarca la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. La leishmaniosis canina presenta una de las tasas más altas de toda España, con focos endémicos en zonas como Alicante y Valencia. Los flebótomos son activos desde primavera hasta bien entrado el otoño. La filariosis también está presente, especialmente en zonas de huerta y humedales. Las pulgas y garrapatas proliferan durante todo el año, y los anquilostomas como Ancylostoma caninum son más frecuentes en estas regiones de clima cálido y suelos húmedos.
Andalucía
Especialmente en las provincias de Sevilla, Cádiz, Granada y Málaga, se combinan casi todos los riesgos parasitarios. Se estima que la prevalencia de leishmaniosis puede superar el 20 % en algunas comarcas, debido a la elevada densidad de vectores y a las condiciones climáticas favorables. Además, la filariosis cardiopulmonar por Dirofilaria immitis es frecuente, sobre todo en zonas ribereñas. Las infestaciones por Dipylidium y Taenia son habituales, así como los nemátodos intestinales. Las garrapatas del género Hyalomma también se han detectado en zonas de campo abiertas.
Interior peninsular
Incluye Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid. La variedad de parásitos depende de la altitud y la humedad. Las garrapatas están presentes en primavera y otoño, especialmente en zonas de sierra. Aunque la leishmaniosis es menos prevalente que en zonas costeras, algunas áreas del sur de Madrid y Toledo muestran tasas preocupantes. Las pulgas y los nemátodos intestinales como Toxascaris leonina también están extendidos. En épocas húmedas, también pueden aparecer anquilostomas.
Islas Baleares
La leishmaniosis es endémica, especialmente en Mallorca e Ibiza. El vector Phlebotomus está presente casi todo el año. La filariosis ha emergido en la última década, con focos en zonas húmedas y rurales. Pulgas, garrapatas y cestodos como Dipylidium están ampliamente distribuidos.
Islas Canarias
La situación es distinta. No hay leishmaniosis autóctona debido a la ausencia natural de Phlebotomus, pero la filariosis es altamente prevalente, con cifras alarmantes en Tenerife y Gran Canaria. El clima subtropical favorece la actividad de mosquitos durante todo el año. También son comunes las pulgas, garrapatas y nemátodos intestinales. Esta diversidad geográfica exige una desparasitación personalizada, que no sólo contemple la prevención interna, sino también la protección frente a vectores externos. Consultar con el veterinario antes de viajar permitirá adaptar el plan de protección según el destino concreto y las actividades previstas.